1/11/08


Allá voy, contra viento y marea. Otra vez, una misma pelea. Ni siquiera sé si vale la pena, pero tengo ganas de probar, si la suerte me va a acompañar de una puta vez o si es un mito más. Acá estoy, me agarrás despeinado. Estos son, mis tesoros guardados. Una flor, un buen vino picado, un saquito de té que esta usado, un impuesto de amor del que siempre estuve excento hasta hoy. Y ahora sé, que puedo estar sin vos. Cómo hacer, que pueda estar sin vos. Me perdí, creo que andaba pensando. Me encontré, por algún lado dudando. Si es por mí, si las vivo cagando, si me voy al vestuario o si le tiro un caño a la soledad que pone la gamba fuerte y me puede quebrar. No me vi, me tomé por sorpresa. Arranqué, y bajé la cabeza. Manejaba un triciclo prestado, me la puse contra una pared. Y ahora tengo un pedal en la mano, el manubrio quebrado, me lastimé. Y ahora sé, que puedo estar sin vos. Cómo hacer, que pueda estar sin vos. Corazón, que es tan fácil quererte. Con o sin razón, no me animo a perderte. Si tu boca, respira cerveza, si tu metro cincuenta y monedas desnudo sobre el colchón. Es poesía en carne viva es esta canción. Y aunque sé, que puedo estar sin vos. Cómo hacer, que quiera estar sin vos, como hacer que quiera.

Ángel, ella es un ángel tiene la llave que devuelve la ilusión. Dame, dame un instante, te necesita mi cansado corazón.
Algo me contabas, hoy me puse a recordar, sobre tus rodillas me hamacaba. Yo sabía que estabas buscando esa verdad, que los años se llevaron a pasear. Y que la vida pasa, que nunca volverá. Cuando era más chico, yo buscaba esa canción que ahora busco en tus ojos cansados, nadie me explicó la forma de vivir, pero me llenaste de calor. Y mi visión se agranda cuando te escucho a vos. Y te miro y puedo comprender que seguirás buscando esa verdad perdida, y ahora entiendo que hoy es como ayer, no voy a frenarte en tu camino. Yo sé a quien le canto, porque vos estás acá, conoces las buenas y las malas de este árbol, que siempre volverá a crecer, y que buscará con vos la paz. Porque la vida pasa y te aprendí a mirar. Y te miro y puedo comprender que seguirás buscando esa verdad perdida, y ahora entiendo que hoy es como ayer, y no voy a frenarte en tu camino. Y quien soy yo para aconsejar, si aún no tiene rumbo mi vida, cada cual elige su final y no voy a frenarte en tu camino.