23/12/08

. Cuando acabé mi condena me ví muy solo y perdido. Ella se murió de pena y yo que la causa he sido. Se que murió siendo buena. La enterraron por la tarde a la hija de Juan Simón, y era Simón en el pueblo el único enterrador. Él mismo a su propia hija al cementerio llevó, el mismo cavó la fosa murmurando una oración.Y como en una mano llevaba la pala y en el hombro el azadón, todos le preguntaban: ¿de dónde vienes Juan Simón?. Y él enjuagando sus ojos contestaba a media voz: soy enterrador y vengo de enterrar mi corazón.



· Cerré ambas ventanas y me dí la vuelta, a veces las soluciones no son tan simples, a veces el adiós es la única manera.