15/1/09


· Era rutinario de parte suya pasar reiteradas veces por las calles 10 y 17 de la ciudad de Manhattan. Era un día de esos, los más normales, intrascendentes. Llegaba casi a la esquina, hablando por su celular, totalmente hipnotizado con sus preocupaciones diarias. Pero no había llegado a observar a ese extraño mendigo que caminaba sin parar en aquel cruce. Decidió cruzar pero no había visto que el semáforo estaba en rojo. No terminó de poner su segundo pie fuera de la vereda cuando el mendigo lo sorprendió por atrás con sus brazos para lograr evitar que cruzara. Sí, lo salvó de que aquel auto lo atropellara. Observó al pobre hombre que lo había salvado, pero no tuvo palabras para emitir después de lo que había pasado. A partir de ese momento este joven empezó a observar a la gente que caminaba a paso rápido por aquellas calles, notó que una nube con números flotaba en la cabeza de cada persona, los números iban disminuyendo en cifra rápidamente, era una especie de contador, que contaba el tiempo de vida que le quedaba a cada persona. Él no entendía lo que pasaba, no se daba cuenta del significado de aquellos números. Logró descubrirlo después de caminar unas horas. Se encontró con una ambulancia que tenía sus puertas abiertas como esperando a que trajeran a alguien. Se quedó observándola y vio que cargaban en una camilla a una anciana, su contador estaba disminuyendo rápidamente, solamente quedaban segundos antes de que el contador llegara a cero. Cuando terminaron de cargarla en el vehículo el contador finalizó en cero y desapareció la nube junto al contador, la anciana había muerto. Este joven siguió caminando, seguía observando a la gente, no podía creer lo que le estaba pasando. En su trayecto ve a una muy linda mujer a punto de entrar a su auto, su contador estaba en 15 segundos, no duda, y la abraza empujándola hacia atrás, después de dos segundos cae la carga de una grúa sobre el auto de la dama. El joven dejó de ver los números, pero ahora la que ve contadores entre nubes arriba de la cabeza de cada persona, es la dama.