26/6/09

Aquella noche de invierno jamás pudo olvidar, su vida se derrumbo en tan sólo cuestión de segundos, sus sentimientos más profundos fueron borrados de su corazón y ya nada volvió a ser lo mismo. Su vida dió un giro, que parece nunca terminar, donde se mezclan tristeza y desconfianza.
Ella necesita olvidar, volver a comenzar, pero su herida nunca cierra, y permanece abierta lastimando cada momento, cada día. Muchas veces necesita gritar, gritar y sacarlo todo, pero sabe que no debe; siente que no puede seguir así. Nadie conoce su secreto, ni tampoco deben saberlo, pero ella quiere a alguien con quien pueda hablar y expresarle lo mucho que está sufriendo, lo mucho que extraña viejos días y lo mucho que necesita regresar el tiempo atrás. Se siente sola, sin nadie que la acompañe en estos momentos, sólo quiere desaparecer de este mundo para poder terminar con ese dolor que le va destruyendo poco a poco su corta vida.
Sus días están contados, ella decidió ponerle fin a esta tristeza, tomó un elemento filoso y sólo sintió un profundo ardor en su muñeca izquierda, pero no fue tanto como el dolor que le ocasionó aquella inesperada noticia.

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