26/6/09

Y en la calle el viento le pegó, y fue el pretexto ideal para disimular esa tempestad de sus ojos estallando en mar.
Y en cada barrio, cada pueblo, cada esquina en la ciudad, hay un corazón partido que no para de sangrar, y un ejército de gente balbuseando su verdad, de cosas estancadas que quedaron por hablar, historias de no correspondidos, y de amigos que no están, de gente que habla sola y sus palabras abortadas de no hablar.

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