9/7/09

Podés destrozar todo aquello que ves, porque ella de un soplo lo vuelve a crear, como si nada, como si nada; la quiero a morir.
Ella para las horas de cada reloj, y me ayuda a pintar transparente el dolor, con su sonrisa. Conoce bien cada guerra, cada herida, cada ser; conoce bien cada guerra de la vida, y del amor también. Y me atrapa en un lazo que no aprieta jamás, como un hilo de seda que no puedo soltar. No quiero soltar; la quiero a morir.
Cuando trepo a sus ojos, me enfrento al mar. Dos espejos de agua encerrado en cristal; la quiero a morir.
Sólo puedo sentarme, sólo puedo charlar, sólo puedo enredarme, sólo puedo aceptar que la quiero a morir.

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