Qué feo, qué feo.Otra vez la misma sensación.Mejor me voy, mejor me voy bien
lejosde esta enorme y horrenda
ciudad.
Y tengo ganas de llorar,y sigo sin poder creer todolo que cambié en
exactamenteseis meses, y mucho másen esta última semana.
Cuαndo estes mαl, cuαndo estes solα, cuαndo yα estes cαnsαdα de llorαr, no te olvides de mi porque sé que te puedo estimulαr -
Qué feo, qué feo.Otra vez la misma sensación.Mejor me voy, mejor me voy bien
lejosde esta enorme y horrenda
ciudad.
Y tengo ganas de llorar,y sigo sin poder creer todolo que cambié en
exactamenteseis meses, y mucho másen esta última semana.
Dentro de mí hay un león enfrenado:
De mi corazón he labrado sus riendas:
Tú me lo rompiste: cuando lo vi roto
Me pareció bien enfrenar a la fiera.
Antes, cual la llama que en la estera prende,
Mi cólera ardía, lucía y se apagaba:
Como del león generoso en la selva
La fiebre se enciende; lo ciega y se calma.
Pero, ya no puedes: las riendas le he puesto
Y al juicio he subido en el león a caballo:
La furia del juicio es tenaz: ya no puedes.
Dentro de mí hay un león enfrenado.
Amor empieza por desasosiego,
solicitud, ardores y desvelos;
crece con riesgos, lances y recelos;
susténtase de llantos y de ruego.
Doctrínanle tibiezas y despego,
conserva el ser entre engañosos velos,
hasta que con agravios o con celos
apaga con sus lágrimas su fuego.
Su principio, su medio y fin es éste:
¿pues por qué, Alcino, sientes el desvío
de Celia, que otro tiempo bien te quiso?
¿Qué razón hay de que dolor te cueste?
Pues no te engañó amor, Alcino mío,
sino que llegó el término preciso.